Si hay algo totalmente opuesto al amor y que le hace un daño terrible es el envanecerse, que es lo mismo que adquirir un sentimiento de orgullo y vanidad. El amor verdadero no debe conocer nada de orgullo, soberbia o arrogancia.
Vivimos en una época dónde el mundo nos dice: tú vales mucho! Y sí, así es, no estoy en contra de eso, todos somos de inmenso valor, pero... esa frase muchas veces nos hace exagerar ese valor de manera tan enfermiza y desproporcional que comenzamos a envanecernos, a mostrar actitudes de superioridad y tenemos aquel "mas alto concepto" de nosotros mismos que la biblia nos advierte en Romanos 12:3, que debemos evitar y por el contrario, lo que debemos hacer es pensar de nosotros mismas con cordura.
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No admitir errores, no pedir perdón cuando fallamos, cuando nos interesa mas ganar que ceder, cuando subestimamos, descalificamos o minimizamos a nuestro cónyuge, cuando me importan mas mis sentimientos y no dejar que nadie me pisotee, cuando gobierna la individualidad mas que el "nosotros", eso es orgullo y herimos la relación. El amor y el orgullo son como el agua y el aceite.
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Tal vez te han lastimado, herido o tal vez lo has hecho tú, pero sobre todo siempre debemos ESCOGER el AMOR y el PERDÓN; y buscar sanidad para nuestra relación.
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Dios te bendiga y Feliz matrimonio!
viernes, 14 de septiembre de 2018
El amor no se envanece
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