martes, 13 de noviembre de 2018

Nuestros Hijos, nuestra heredad

Nuestros Hijos!!! Dicen otras versiones de Salmos 127:3, que son un regalo, un don, una recompensa. ¿Qué hemos hecho nosotras para merecer tan grande regalo?. Esta heredad que hemos recibido(en mi caso 3), no son adornos. Cuando la Palabra habla de heredad nos indica sobre tierras o  posesiones. No sería lógico recibir tierras o posesiones y simplemente dejarlas ahí, hay que trabajarlas, invertir en ellas para que den fruto, producto y sean de bendición a las futuras generaciones. De la misma manera sucede con nuestros hijos, los recibimos, y tenemos que amarlos, trabajar con ellos, cuidarlos, velar por sus almas, forjarles un carácter, enseñarles a amar a Dios y otro sin fin de cosas. .
Querida mamá! No siempre es fácil, yo lo sé. Debemos invertir mucha oración, tiempo, fuerza, dinero, en la crianza de un hijo. No te rindas en tu trabajo, no dejes de dar lo mejor de ti para tus hijos, no importa la edad que tengan. Ser mamá es un trabajo que demanda muchísimo de nosotras mismas. Yo a veces no se de donde saco fuerzas para continuar, a veces me quiero rendir cuando no veo resultados, me frustro, lloro, grito, pero siempre termino en una súplica a Dios, pidiendo por más amor, sabiduría y fortaleza para seguir. Nunca creí q ser madre exigiera tanto de mi, pero sé lo que quiero ver en mis hijos el día de mañana, y toca esforzarse, renovarse y muchas veces volver a empezar con ellos. Al final, confío en Dios y en sus promesas sobre mis hijos. Él me ayuda!
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Hermosa heredad para hacer fructificar!
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Dios te bendiga y que tengas un excelente día!

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