Vivimos en el tiempo del estrés, del agotamiento, del ya para ya, todo parece moverse tan rápido y creemos que necesitamos ir a ese ritmo tan veloz, quedando cansados y agobiados. También están las situaciones en nuestras vidas, aquellas que nos desgastan, que nos hacen sufrir, aquellas luchas que parecen eternas, la salud que no mejora, las deudas, los hijos, el cónyuge, las relaciones en conflicto, la limpieza de la casa, el trabajo, las preocupaciones, las largas horas atrapados en el tráfico! Uf! Quedó cansada sólo de mencionar tantas cosas que pasan! Diariamente, estamos cargados física, emocional y espiritualmente de tantas cosas. Intentamos descansar, dormir un rato, salir, distraernos, pero todos esos esfuerzos parecen no dar resultado. A veces, pecamos (sí, dije pecamos), porque buscamos mil formas de descansar ANTES de buscar el verdadero descanso y reposo: JESÚS! Él es nuestra paz, nuestra seguridad, nuestro refugio en medio de las tormentas y terremotos de nuestra vida. Procura diariamente buscar un tiempo a solas con Él. Lleva tus cargas, ora, llora, desahógate delante de Él y no lo dejes de hacer hasta que te inunde su paz. Jesús te hará descansar, vivir tranquila y confiada. Él está esperando por ti, no demores más y encuentra el descanso que necesitas, renovará tus fuerzas!
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Buen día, Dios te bendiga!
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