Nuestros hijos, son nuestro pequeño rebaño... ellos son una de las más grandes bendiciones que Dios nos ha dado, debemos cuidarlos porque un día daremos cuenta por ellos. .
Al recibir su pequeño hijo en brazos, usted adquirió un gran compromiso con Dios de guiarlo e instruirlo en su Camino. Mientras ese niño, niña, adolescente, joven, esté bajo su cuidado, está el deber de cuidarlos, protegerlos, enseñarnos y guiarlos.
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En este versículo, nos habla de un rebaño de ovejas, vamos a verlo desde el punto de nuestros hijos, así que debemos:
*Conocer BIEN la condición de nuestros hijos.
*MANTENERNOS al tanto de lo que hacen, ven, oyen, sus gustos, sus amistades.
*Considerar ATENTAMENTE su comportamiento y aspecto. *ASEGURARNOS de saber BIEN con quién y dónde están. *Ser DILIGENTES en conocer el estado de sus vidas.
*Prestarles ATENCIÓN (Mejor no le prestemos atencion, ĎÉMOSLE toda nuestra atención).
*CUIDALOS y PROTÉGELOS.
*ENTREGÁTE de lleno a su cuidado.
*MIRA y OBSERVÁLOS con cuidado.
(Todo esto es basado en el estudio del versículo en varias versiones de la Palabra de Dios).
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Cuida sus amistades, cuida tu relación con ellos, gánate su confianza para que no tengan que buscar afuera de casa cosas que los pondrán en peligro, pones límites, responsabilidades, disciplina a tiempo, pasa tiempo de calidad con ellos y sé ejemplo.
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Feliz día! Dios te bendiga!
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martes, 7 de agosto de 2018
Nuestro pequeño rebaño
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