Es una tendencia del ser humano a vivir en el pasado, nos olvidamos de vivir y disfrutar del presente y también de tener una visión del mañana; y aunque el mañana no está prometido para nadie, es importante tenerlo en consideración, porque para qué fin vivimos el hoy, si no es para sembrar para la vida futura.
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Algunas versiones de este versículo nos hablan de: no recordar, olvidar todo el pasado, no traerlo a memoria, no considerarlo, no pensar más en el pasado, entre otras; al final, nos dice lo mismo: no vivamos en el pasado! .
En lo personal, pienso que cada experiencia que vivimos, es para darnos una lección; ya sea una agradable o desagradable, trato de escribirla y aprender; porque de seguro, si no aprendo la lección, estoy condenada a repetirla.
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Amiga, es importante no olvidar las experiencias y de dónde Dios te ha sacado, pero eso es algo muy distinto a vivir y revivir a cada rato esas experiencias; no nos hace bien vivir en el pasado. Si vives recordando tu triste pasado o vives de las glorias pasadas, lo más probable es que te estés perdiendo de nuevas experiencias y estés atada a algo que ya quedó atrás y eso te impedirá ir hacia adelante. Vivir en el pasado nos hace daño, pero también le hace daño a nuestro entorno, porque somos parte de un matrimonio, una familia, relaciones, iglesia, trabajo, escuela o cualquier otra cosa; debemos entender que el agua que no corre, se estanca y el agua que se estanca empieza a dañar su alrededor y a oler desagradable, así que fluye y ve hacia adelante, disfruta tu camino hasta llegar a la meta! .
Que tengas un excelente día! Dios te bendiga!.
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