Todos los creyentes, en algún momento de nuestro caminar con Dios, estamos expuestos a fallar, a decidir mal, a ser infieles con Dios. Somos humanos, y aunque tenemos todas las armas espirituales a nuestro alcance, no estamos exentos de cometer errores y dañar nuestra relación con Dios. Aún así, debemos saber y entender que no todo se acaba en el momento de un error. A nuestros oídos, mente y corazón llegarán sin duda alguna las palabras: "ya nada volverá a ser como antes". Amiga, Dios es FIEL, dice 1Juan 1:9 "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad", confesar nuestro pecado y mostrar un genuino arrepentimiento, sin duda, moverá la fidelidad de Dios. Nuestras malas decisiones pueden llevarnos fuera de la Voluntad de Dios, pero NUNCA fuera de Su Alcance, Su Gracia, Su Misericordia y Fidelidad! Ahora, debemos cuidarnos de no utilizar esto como una excusa para fallarle a Dios y pecar todo el tiempo. Pedro negó a Jesús, pero se arrepintió y fue usado tremendamente para Su Gloria! En cambio, Judas lo traicionó, pero se alejó, su culpabilidad lo hizo terminar con su vida y vivir para siempre alejado de Dios. Cuando falles, arrepiéntete y busca Su Gracia y Su Perdón. Él es Fiel y no quiere "que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario