Todo aquello que tenemos debe estar confiado a las manos de Dios. No me refiero solo a posesiones materiales, me refiero a tus relaciones, a tu trabajo, tu salud, etc. Pon totalmente todo lo que eres, tienes y aún lo que deseas en Dios. No dependas o te apoyes en tu entendimiento, inteligencia o sabiduría, hacerlo sería necedad. Nuestras capacidades, comparadas a las de Dios, están limitados y nos pueden fallar. En ÉL todo esta seguro.
.
.
Dios te bendiga!
jueves, 26 de julio de 2018
Todo en las manos de Dios
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario