Cada cierto tiempo, las casas, carros, muebles y otras cosas necesitan mantenimiento, reparación, remodelación, pintura, y hasta nuevas piezas. Nuestras vidas son obras de Dios, y Él va a requerir realizar todos los ajustes necesarios para que nosotros seamos lo que Él espera de nosotros en cada uno de los roles que tenemos en nuestras vidas. Amiga, no te niegues a dejar que Él realice esos cambios, aunque duelan, inquieten, nos hagan llorar y sufrir hasta el punto de creer que no aguantamos más, esos dolores son pasajeros y temporales; en cambio, si no dejamos que esa transformación suceda, podemos causar un dolor mucho más intenso, un daño irreparable tanto a nosotras como a los que nos rodean.
A través de la oración y la lectura de la Palabra de Dios, podremos ver esas grietas, goteras, daños, filtraciones, cortocircuitos, pinturas caídas, vidrios rajados, focos quemados, puertas que rechinan y tantas averías que pueden haber en nuestra vida.
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"SEÑOR, examina mis sentimientos y pon a prueba mis pensamientos más profundos a fin de quitar la impureza de mi corazón." Salmos 26:2 (PDT)
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Para muchos, nuestra vida será la obra de Dios más cercana que sus ojos puedan ver, es por eso que debemos ser un digno reflejo de Él. .
Feliz día! Dios te bendiga!
miércoles, 25 de julio de 2018
La Obra de Dios en nuestras vidas
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