Me atrevo a decir que muchas de nosotras en algún momento de nuestras vidas hemos pasado noches intranquilas, sin conciliar el sueño. Cualquier razón que sea la causante de esa intranquilidad, duerme tranquila, porque Dios no duerme, Él te sustenta (Salmo 3:5); te hace vivir confiada (Salmo 4:8); te guarda (Salmo 121:4). Atrévete a entregarle esa razón por la cual no puedes dormir, confía, cree! Dios sabe lo que hace, no improvisa, siempre tiene un plan y no descansa!
Dios te bendiga y feliz noche!
miércoles, 25 de julio de 2018
Duerme tranquila
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